Según la revista Heat Royals, una fuente afirmó que Meghan Markle se quedó muy tensa con el viaje de Harry al Reino Unido para develar la estatua de su madre, la fallecida Princesa Diana.
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Con Archie de dos años y la nueva bebé Lilibet, de un mes, para cuidar, Meghan preferiría que el Príncipe Harry se quedara en casa tanto como fuera posible. Entonces, su reciente viaje fue duro para ella, señalan.
De hecho, una fuente cercana a la exrealeza aseguró a la publicación inglesa que fue 'una tortura' para ella no saber qué estaba pasando mientras esperaba que Harry regresara a los Estados Unidos.
"Meghan lo pasó mal sin el príncipe Harry a su lado mientras él estaba de viaje por el Reino Unido. Y aunque estuvieron en contacto todo el tiempo, ella quería saber todo que estaba sucediendo allá… Ella solo puede imaginar cuánta incomodidad tuvo que soportar Harry, a pesar de que le gusta protegerla de muchas de ellas e insiste en que no fue un mal momento, considerando todas las cosas", revela la fuente.
"Meghan lo extrañaba terriblemente y solo lo quería en casa; hubo muchas lágrimas y emociones cuando Harry finalmente regresó", asegura el informante.
Ese viaje fue 'una tortura' para ella no saber qué estaba pasando mientras esperaba que Harry regresara a Estados Unidos.
Como informó Heat la semana pasada, parece que Meghan y Harry están felices de mantener las cosas en forma civilizada con la familia real en este momento, particularmente porque se les ha extendido una invitación a las celebraciones del Jubileo de la Reina el próximo año. Y, por supuesto, Meghan entendió qué celebrar el 60 cumpleaños de Diana con la estatua era muy importante para su esposo.